Es precioso, para tejerlo en largas tardes de lluvia, porque tiene una trabajera.
No te creas, amiga. Cuando le coges el gusto al punto de ochos, quieres hacer más y más... y no te das cuenta y te cunde una barbaridad. Por lo menos eso me pasa a mí!Un abrazo.
Es precioso, para tejerlo en largas tardes de lluvia, porque tiene una trabajera.
ResponderEliminarNo te creas, amiga. Cuando le coges el gusto al punto de ochos, quieres hacer más y más... y no te das cuenta y te cunde una barbaridad. Por lo menos eso me pasa a mí!
ResponderEliminarUn abrazo.